Ya ha pasado una semana desde los atentados terroristas del 7 de julio en Londres y la verdad nadie sale de su asombro. ¿Cómo es posible que haya gente que se “divierta”, por decirlo de alguna manera, con la desgracia de personas que no tienen nada que ver con esta guerra absurda?.
Sin embargo, yo no voy a analizar las repercusiones políticas y económicas de dichos atentados (eso se lo dejo a los especialistas), yo sólo quiero recordar a Londres como una ciudad hermosa, con personas excepcionales y que me dio muchas cosas.
Hace dos años estuve en Inglaterra estudiando inglés, no precisamente en la capital, sino en un pequeño pueblo al sur de Londres. No obstante, me iba algunos fines de semana a conocer todas las maravillosas cosas que tiene esa ciudad: museos, parques, calles..en fin. Además, aprendí de otras culturas y formas de ser, y eso se lo agradezco en el alma.
Puede que para ustedes no sea tan importante, o tal vez si, no lo se...sólo quiero compartirles mi experiencia en ese magnífico país y también el dolor que sentí cuando me enteré de esa barbarie. No podía creer lo que veían mis ojos...tanta destrucción por las calles donde alguna vez transité, y por el metro o Tub, como le dicen coloquialmente los británicos...en fin. Ahí es cuando viene la pregunta: ¿Será posible que los gobernantes de las naciones que están en guerra, sean de Europa, Estados Unidos o Latinoamérica, podrán algún día ponerse de acuerdo y acabar con esta situación de una vez??
Sin embargo, yo no voy a analizar las repercusiones políticas y económicas de dichos atentados (eso se lo dejo a los especialistas), yo sólo quiero recordar a Londres como una ciudad hermosa, con personas excepcionales y que me dio muchas cosas.
Hace dos años estuve en Inglaterra estudiando inglés, no precisamente en la capital, sino en un pequeño pueblo al sur de Londres. No obstante, me iba algunos fines de semana a conocer todas las maravillosas cosas que tiene esa ciudad: museos, parques, calles..en fin. Además, aprendí de otras culturas y formas de ser, y eso se lo agradezco en el alma.
Puede que para ustedes no sea tan importante, o tal vez si, no lo se...sólo quiero compartirles mi experiencia en ese magnífico país y también el dolor que sentí cuando me enteré de esa barbarie. No podía creer lo que veían mis ojos...tanta destrucción por las calles donde alguna vez transité, y por el metro o Tub, como le dicen coloquialmente los británicos...en fin. Ahí es cuando viene la pregunta: ¿Será posible que los gobernantes de las naciones que están en guerra, sean de Europa, Estados Unidos o Latinoamérica, podrán algún día ponerse de acuerdo y acabar con esta situación de una vez??
Es difícil contestarla si todos damos la espalda...hoy pasó en Londres, así como en Madrid y los Estados Unidos..y desgraciadamente, es casi diario en nuestro país. No dejemos que la indiferencia acabe con la paz que aún nos queda y empecemos por nosotros mismos para que más adelante podamos transmitírselo a los demás.
1 comentario:
Menos mal fuiste hace dos años y no ahora. Léete "Podríamos haber sido nosotros".
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